lunes, 28 de diciembre de 2009

Nupcias


Desprenderme de ti, de tu nombre, de tu gesto, de las raíces que te trajeron, de los árboles plantados, de la esperanza en forma de amigo, de la necesidad de justificarte. Desprenderme y enterrarte como tú, sin duelo ni ceremonia, sin testigos ni juramentos, sin llevarte a la espalda como losa, sin abrazo de consuelo ni de reproche. Desilabar una a una las palabras que tejieron alamedas en las que encontrarnos. Desclavar las rosas, los árboles lilas, los magnolios, los bulbos florecientes de la selva, las vincas nacientes de los muros tras los que ondea tu bandera en las almenas.
Dejar que la corriente de tu río se renueve sin que refleje mi silueta, sin que se acuerde de mi nombre, sin que le llene de hojas las costillas a tu esqueleto rescatado del planeta aquel de la rosa y el príncipe, ese que se convirtió en sapo sin reservas.
Amistad ya no te invoco, ya los ecos de mi gritos no se pierden en tus salas, ya no espero tu vestido hecho de inocencia, ya la justicia despareció y solamente la desmemoria se hizo dueña. Así mi paso se aleja del pasado, se pierde entre las luces del presente y ora porque el futuro me encuentre sonriente.
A los azahares que ahora vistes, me planto haciendo una mueca. Que te duren en alcanfor más que lo que duraron tus deudas, tus cuitas, tus enredos, tu bienestar es la meta, y si en el camino quedamos heridos de muerte y sin cruceta, ningún remordimiento entrará en tu dura cabeza. Es el precio de la vida, el que pagamos por caminar las sendas, las montañas y los valles, que de otra no hay manera. Más quién sabe si aquéllo que dimos no vendrá de vuelta.

sábado, 26 de diciembre de 2009

Compromisos


El whisky bajaba caliente y dulce por su garganta, reconfortándole el cuerpo, entumecido, estupefacto, incrédulo y rendido ante la evidencia de una noticia que no esperaba. Su pensamiento volaba entre la duda y la certeza, la risa y la decepción. Se preguntaba a si misma qué era lo que sentía pero no acertaba a encontrar la definición adecuada. Pensó que quizás necesitaría un tiempo.., que ya reaccionaría... ensayando estados que no se producían.
Él se casa...
Y qué si antes era un antibodas, y qué si ella lo deseó durante los más de veinte años que duró su relación, y qué si tuvo que asistir sola a todas las bodas de familia y amigos porque él no iba nunca a bodas, y qué si la palabra matrimonio le producía una urticaria que impregnaba cada poro de su piel haciéndole saltar como gato mojado.
Lo único claro es que lo que fue válido para su vida en común, no lo era ahora para su nueva mujer. Imaginó pedidas de mano fantásticas, románticas, íntimas, multitudinarias, escandalosas, preciosistas, bastardas, pasotas, diferentes. La fantasía recurrió a todo el imaginario de comedias románticas al más puro estilo pastelito norteamericano. Intentó que alguna de estas imágenes le doliesen, pero observó que no, solamene el que el no hubiese considerado adecuado contárselo, que se le escapase a un familiar que supuso que entre ellos el amor había dado paso a la amistad, conseguía pellizcar su corazón. Deseó mirar a sus ojos y desearle felicidad y manifestar su orgullo por su cambio, por dejar que alguien, por fin, le cambie algo.
Él había encontrado a la mujer de su vida, y ella no lo era ya hacía mucho tiempo. Fue muy duro rendirse a su olvido, a su no-reconocimiento pero esa era la realidad y ahora el tiempo ya había pasado.
Abrió el joyero buscando algo que ponerse para salir a la calle, allí encontró todos los anillos que él le regaló y pensó que era un absurdo seguir guardándolos. Los anillos significaban para ella el compromiso que tuvieron en su vida anterior y ahora parecían recuerdos vacíos como las baratijas rechamantes de la zona de bisutería de un chino. Ya se le ocurriría que hacer con ellos, no había ninguna prisa. El cordón umbilical, que invisible, notaba pese a los dos años y medio transcurridos, se cortó en el momento de la noticia. Fátima notó en su vientre el tajo, el agujero que dejó y como se fue cerrando durante todo el día. En su cabeza sólo la frase Pepe se casa, se repetía como si a fuerza de pensarla pareciese más real, menos imposible.

Poco sabía ella que al cabo de unos cuantos días su imaginación daría paso a la realidad y que absolutamente nada de lo pensado se mantuvo intacto después de aquéllo.

sábado, 19 de diciembre de 2009

Mi lugar en el mundo


Mi lugar en el mundo no entiende de fronteras, ni de espacios, ni de ríos o mares. Mi lugar no se encuentra en los mapas, no lo describen los libros de geografía, o las fotos aereas de los aviones topográficos. No comporta límites que abarquen ferrocarriles o senderos. Mi lugar está allí donde la palabra es entendida con el corazón, donde siempre hay una mano que acoge al visitante, donde el vino acerca algo más que el choque de unas copas. Donde la mirada cómplice ahora sonríe o consuela los tiempos de nubes negras que anuncian lluvias. Donde los abrazos son el pasaporte, donde la amistad es la consigna, donde hay calor más allá de las estufas. Mi lugar en el mundo son las almas de aquéllos a los que nombro en tiempos de guerra y de celebración. De mi centro a su centro, de mi nombre a los suyos, de mi pasado a nuestro futuro. No encuentro un sitio mejor en el mundo que aquel en el que me reconozco vibrando en la misma frecuencia, aquél en el que el bien conjuga con todos, donde no hay exclusión sino acogida. Gracias por recordarme porqué es importante estar viva. Perderse para reencontrarse queriéndonos........... NO HAY MEJOR LUGAR EN EL MUNDO.

jueves, 17 de diciembre de 2009

Sueños y realidades


Sueño con los montes de tu orografía, con los oscuros prados que abonan el valle en el que un pozo, más allá de la sequía, me conduce a despeñarme en pos de tus muslos.
Si mis manos se enredan en tu pelo, adivino el pensar de tus arrugas, sin reproches comprendo el agujero que dejaron almanaques de una vida.
Cuando me miras y entornas los ojos, con la luz de tu interior alumbraría mil y una noches que rescaten de las sombras, intactos, los deseos de semillas. Plantemos en el mar nuestros veleros, fijemos rumbo sin tormenta, que detrás dejaremos aguaceros que inunden los desiertos, cicatrices de enseñanzas aprendidas en el tiempo de los páramos y los miedos.
Qué dificil inventar nuevos mapas, que no terminen en los contornos conocidos de la rutina y el desconcierto, que inventen nuevas armonías para desatar la secuestrada inocencia, perdida entre silencios, choques, pasados. ¿Conservas tú la esperanza, la ilusión de los amaneceres en nuestra ventana o acaso esperas que el tiempo, ese cretino descreído, lo cubra todo de polvo y olvido?
En tu espalda escribiría unos nuevos derechos para el ser humano que invocasen la alegría en tiempos tristes, la confianza tras la decepción, la posibilidad de reinventarse una y otra vez, el uso de la memoria a corto plazo para situaciones enquistadas, la risa como bandera, el juego como código de aproximación, el corazón abierto como patria, la tranquilidad como empleo, la esperanza como destino, el amor como excusa para abrir los ojos, el reconocimiento como credo, el equilibrio como planeta.
En tus manos acurruco las mías y siento que se adaptan a tus formas sin brusquedad ni esfuerzo. Tu ser aparece en mis noches tras la pesadilla, como refugio con fuego. De tus ríos a mis valles, perdidos, llenando de suspiros los espacios, las esquinas, las dobleces de unas sábanas que se pierden en la cadencia aritmica de nuestros vientres. Así transcurre la vida saltando de tus ojos a los míos, hecha un ovillo en tus brazos como nidos, recogiendo frutos que toman por setas, sintiendo a veces tu corazón en el mío. Sueño y realidad confundidos entre tu navegar y el mío.

jueves, 3 de diciembre de 2009


Todos nos creemos en posesión de la verdad. Juzgamos el mundo, las ideas, las creencias, la vida. Sabemos las pociones mágicas que solucionan la vida de los demás y osamos transmitirlas en cuanto tenemos ocasión. Así nos ponemos al corriente de cómo van las cosas en la vida ajena, de cuánto ganan, con quién se acuestan, quien les gusta, cómo visten, con qué se drogan... Vouyeaurismo que no entiende de distinciones culturales o locales. Lo mismo da que estemos en un pueblo, o en el centro de París. Que escuchemos a Mozar o a los Mojinos, que leamos a Hegel o el Lecturas, ser física o prostituta. Los demás se abren apasionantes ante nuestra mirada escudriñadora y, en ocasiones, envidiosa.
Quién no se ha sentido alguna vez mejor que el de al lado? Henchidos de orgullo por nuestras virtudes, parecemos incluso un poco más altos que el resto. Y corremos a contarle a alguien lo maravillosos que somos.
En una sociedad competitiva, competimos por ser más que el de al lado, olvidando cuáles eran nuestros sueños, de qué nos disfrazábamos de pequeños, con qué entreteníamos las tardes imaginando una vida feliz, lo poco que nos costaba que nos dejasen jugar en los parques, lo fácil que era hablar con el de al lado sintiéndose a gusto.
Realmente somos tan importantes? Es todo tan trascendente? Trabajar, pagar hipotecas, irse de vacaciones como hormigas que salen del hormiguero, dormir a la misma hora, despertarse para seguir produciendo, para conseguir cosas que nadie quiere cuando dejamos la vida, correr mirando el reloj de un lado a otro de nuestros lugares de residencia?
Sin hacer caso a esa comezón interior que nos llama esclavos cuando la oímos. La misma que nos hace ser consciente de que nuestro tiempo no se dedica a querer, a apoyar, a disfrutar de las cosas sencillas de la vida, que amanece todos los días y es un milagro, que nuestro planeta gira en un universo del que somos una parte minúscula. Esas cosas que no recordamos como importantes... Alguien podría tildarme de populista, y si, lo soy. Porque el populismo significa conectar con el de al lado, no juzgarle, intentar confluir en lo común, entenderse, encontrarse....
Cuando la muerte irrumpe en tu vida, te desgarra. Hace que todo este tinglado que tenemos montado carezca de sentido. Me veo a mi misma recogiendo la ropa de mis muertos. Todo ese montón de jerseys de marca, de camisas, de trajes que, sin su propietario, se quedaron sin valor. Abro armarios y descubro miles de álbumes de fotografías; comienza el reparto y siempre siempre siempre quedan las que nadie quiere. Momentos petrificados de comidas, risas, viajes, acontecimientos... Que inútil todo este afán de petrificarlo todo. Que inútil todas las cosas que acumulamos. Las casas atiborradas de muebles, figuritas, libros, recuerdos, manteles, sábanas, cacerolas y platos. Sobra todo. Todo es prescindible.
Cuando recoges las cosas de tus muertos darías lo que fuera por resucitarlos, por volverles a la vida para que ocupen el abismo que han dejado en tu alma, heridas que cicatrizan pero que sangran de vez en cuando. Ninguna de las cosas materiales, ni siquiera una cantidad de dinero que recibes en herencia, puede suplir su ausencia. Tras de ellos dejan una montaña de cosas que has de regalar, repartir, donar por la que ellos perdieron el tiempo, por la que se esforzaron y que ahora recibes, tú: heredero universal, como una carga inmensa. Somos creadores de basureros.

jueves, 26 de noviembre de 2009

Insomnio


Otoño que nostalgias el verso,
que estallas en colores sequedades,
anida con moras aguaceros
del puber rubor de aquéllos días
que son obra de amor y desconcierto.
Cataratas, ciclones y silencios
me desatan el sueño entre colillas,
cuando miro sin ver y sin embargo
atravieso una a una las orillas.

Cartas de navegación que como prímulas asaltan
barrancos y caminejos,
presagiando aquellas saludables cimas
en las que respirábamos sin miedo.
Y aun pasito tú de mi y yo de ti,
a un pasito... que de darlo aleja el cerco
de unos ojos sin descando prometido
cercenando pesadilla y desencuentro.
Nanotecnias necesito al rescate
del anhelado sueño que no tengo
que devuelva bríos a mis alas
pues la vida... es vuelo.

miércoles, 18 de noviembre de 2009

Dimes y diretes


-Sabes que Juan se ha peleado con su jefe esta mañana-
-No me digas y porqué?
-Resulta que no le consultó el problema económico de la sra. Ramírez y ésta ha ido con el cuento al presidente que en este momento está reunido con los de administración y sabe Dios lo que ocurrirá. Nos vemos más tarde, págame el café-
-No me lo puedo creer sabéis lo que me ha contado Pepa? Que a Juan le van a despedir por no contar con el presidente en el caso Ramírez. No os parece increíble, pero si Juan es el mejor administrador de la empresa. Pufff, se me ha hecho tardísimo, pagadme el café que salgo corriendo a la reunión-
-Hombre!!!! Marisa. Cuánto tiempo hace que no vienes a la cafetería, claro como no sales del despacho del jefe. Pues comentábamos lo de Juan, te habrás enterado, claro. Ya nos ha dicho Ramón que Pepa le ha comentado que han firmado el despido de Juan esta mañana por no hablarle al presidente. Y fíjate que la sra. Ramírez ya estaba enterada hace una semana... Es que lo que no pase en esta empresa. Dios... por ahí va la secretaria de Juan, voy corriendo a ver que me dice. Pagadme el café.
-Perdonadme un momento, que voy a saludar a Victoria que hace muchísimo que no la veía. Viqui, cariño, cómo te va?? Yo estresadísima con todo esto que está pasando en la empresa. Cómo que qué está pasando. Bueno, es normal que no te hayas enterado, la verdad es que son cosas de la planta de arriba y claro en recepción no os coscais de nada... jeje. Bueno tú tranquila que te pongo al día. Para eso están los compañeros. Pues resulta que va a ver una reducción de plantilla porque el presidente se ha liado con la señora Ramírez y Juan, el que está liado con Pepa, pues los ha descubierto in fraganti y ha ido con el cuento a su jefe, que ha suspendido todas las actividades administrativas de la empresa. Así que no tengo ni para el café. No te importa verdad? Yo te invito otro día.

martes, 17 de noviembre de 2009

LLueve


Ala rueda rueda,
pan y canela
llueve en la ciudad,
tras los cristales
sé que él vendra.
Ala rueda rueda
el reloj corre y
ya no espero,
tan sólo vigilo
mi juego.
Ala rueda rueda
mi alegría salta
de charco en charco
de plaza en plaza.
Ala rueda rueda
en mi escondite
cuento constelaciones
sin que me invites.
Ala rueda rueda
mi amor no está,
descanso un rato
y me quedo en paz.
Ala rueda rueda
que rodara
dejo mi canto
sin sabor a sal.

lunes, 9 de noviembre de 2009

personajes


Doblo el pijama y lo meto bajo la almohada. El espejo me devuelve la imagen de la extraña, esa que me mira sin conocerme. Me le planto delante con las manos en jarras, provocándola, citándola con gesto taurino. Ella sigue mis movimientos, pareciera que me imita a la perfección, sin embargo hay en sus ojos un brillo raro. Mezcla de estupor y melancolía. No está contenta mi imitadora.No está de acuerdo con los pliegues de la piel, las botonaduras de la chaqueta, el color del aire, el interior del bolso que cuelga de su hombro. Algo pesado la rodea. Le pesa el personaje, le pesa la cabeza que a ratos se infla aerostática y palmípeda. Si tiene frío no encuentra abrigo, si tiene calor no acierta con la apertura de labios que permita una hidratación constante. La dejo por pesada plantada tras el cristal y salgo a la calle, a tomar el aire.
La ciudad pareciera presa en una guerra de bombas invisibles, nadie las oye, nadie muere tras su estallido pero los boquetes que provoca muestran las entrañas de las calles, con sus venas y sus músculos esparramados por doquier.
Al otro lado de la acera varios humanos se afanan en asfaltar los efectos de la bomba de anoche, mientras un poco más adelante otros abren nuevas trincheras. Me acuerdo de Fragel Rock y de los curris, esos locos pequeñitos que levantaban construcciones transparentes que los fragel se comían. Y me doy cuenta de que estoy en Fraggel, y que soy Muzzy y ando preguntándome sobre todo a todas horas,.......pufff era pesadísima... Por fin he encontrado el presonaje que se esconde tras de mi......... Maldita tele................

Vamos a jugar
tus problemas déjalos
para disfrutar
ven a Fraggle Rock

Hay que trabajar
no podemos descansar
vamos a cantar
con Gobo, Muzzy, Dudo, Bombo, Rossi...

viernes, 6 de noviembre de 2009

Exorcismo


He estado poseído. Poseído por un fantasma sin nombre al que le puse tu rostro.
Ayer vomité en el hall. María se cansó de gritarme que era un cerdo y que si me creía que, con la mierda de sueldo que le pago, podía abusar de ella de esa manera. Traté de explicarle que no era por mi culpa, que me seguías de cerca y que, a pocos metros, mi estómago ya te detectaba expulsando esa viscosidad verde que no se asemjaba a nada de lo ingerido en las dos comidas escasas que desde la posesión realizaba.
Se fue dando un portazo y dejando un halo a pino que emanaba por igual de todas las habitaciones de la casa. Qué frío hacía, sentía ya tu galopar desde el otro lado, pronto congelarías mi nuca con tu aliento, entumecerías cada uno de mis miembros hasta el paroxismo. Y ahí, hecho un guiñapo, rezaría para que te materializases en algo tierno, en algo chiquito, en algo sin pinchos ni cortes. Mi corazón latía con ritmo de locomotora, llegabas ya y me asía con fuerza a los brazos del sofá, clavandole mis dedos, agarrándome como si de pronto fuera a salir despedido al universo. En el espejo, empañado por la temperatura inexistente, se dibujó un Hooolaaaaa.... Paralizado, totalmente paralizado.
Holaaaaa.
De nuevo en el cristal y ni un movimiento en la crispación de mi cuerpo. Y el espejo que comienza a moverse y un ruido ensordecedor metálico en la casa, y un pájaro chocando en mi ventana, y las paredes que se hacen pequeñas, y la habitación que comienza a cerrarse en torno a mi, y ya no tengo espacio, y tan solo puedo dejar mi mano fuera, y noto el impulso de mi dedo índice rozando el espejo, y como da vueltas, crea rayas, triángulos, zigzaguea... Y todo se para, el espacio se recupera de su doblez, el sonido se acalla, y vuelvo a respirar y a sentir.
De reojo observo el espejo
ADIOS
Por fin he vuelto a ser uno.

miércoles, 14 de octubre de 2009

Rastros



Dejas rastros
aunque no quieras,
pese a confinarte en el presente
y mirar el mar exclusivamente.
Dejas rastros
como líquidos irisados
que limpios siempre detectas.
La piel que cambias en tu cama
se cae,
nace una nueva.

No me regales un tiempo vacío,
no lo quiero,
no pidas que mis palabras se apaguen,
no lo necesitas.
Si un traje de sueños vestí en primavera
ahora son abrigos y hojarascas
las que rasgo sin tus lentejuelas.

La forma de librarte de mis castillos,
aspirados en amapolas muertas,
es abrir la espita,
dejar que el agua mane,
reconociendo los regatos
de los que creció ,
la que fue,
nuestra huerta.
Tu deuda no se salda con canciones
e imágenes bellas
que llenan un espacio
de espíritus
al que entro sin ser descubierta.
Me debes mi nombre,
mi apellido,
mi silueta,
antes que me trague la niebla;
para no repetir,
para no arrepentirse,
para no escapar
dejando que los escondites
sigan siendo de fiesta.

Me pregunto si en tu mundo
las arenas serán rojas,
negra la luna llena,
yerma la verde yedra,
y la masa que amasas .......
violeta.

Reconozco tus dones
como tu luz
y... tu senda,
solamente no entiendo
qué es lo que fue
de tu lengua.

Quizás la escalera
que ante mi se desmelena
la recorro yo
sola,
y en cada peldaño
vaya soltando la pena
de tu mudez repentina,
de tu invisibilidad extrema,
y deje de necesitar
de tu mirada una seña
de que te acuerdas de mi rastro,
de que caminamos sobre estrellas
sintiendo que en realidad
poblamos ya otros planetas.

jueves, 10 de septiembre de 2009

Sin acentos


Dice la Real Academia de la Lengua que el acento se define como: Relieve que en la pronunciación se da a una silaba de la palabra, distinguiendola de las demas por una mayor intensidad o por un tono mas alto.
Yo sigo sin acentos, mi ordenador tiene un puñetero virus que me impide acentuar palabras... Y la verdad es que me siento tal cual esta mi ordenador, sin acentos, sin intensidad para señalar aquello que necesita de enfasis.
Voy a tomarme un descanso prolongado del blog. Mi estado familiar, laboral y personal hace que mi tiempo se acorte como los dias que ya comienzan su cuenta atras hacia el otoño. Mis musas andan juguetonas flotando en otros lares, dedicadas a soplarme cosas al oido muy muy bajito para haceme la tarea facil.
Quiero agradecer a todos vuestras visitas, vuestros animos, vuestro cariño durante estos dos años. Tambien excusarme por no comentar o visitar asiduamente los vuestros, intentare hacerlo si el poco tiempo libre me lo permite.
Os mando un beso muy grande y espero poder volver pronto.
Gracias por todo lo que me habeis dado que es infinito.

miércoles, 12 de agosto de 2009

Con el hogar a cuestas


Entre alas y mariposas descansa el sabor de los abrazos que dimos, voladores de cometas sin hilos que en la juventud acudian presurosos al son del silbido. Los comienzos, todos empezados, transcurrian sin tomar en serio el paso del reloj al que ajenas permaneciamos desnudando nuestras munhecas.
En tus ojos de agua clara me reflejo sin verguenza, sin medidas con decimales que sumen mas a la cuenta. La mia esta hecha mucho antes de llegar esta hora, en la que apenas me cuesta estirar los brazos y tocarte, ahora que tu marea esta revuelta. Si son lagrimas de tus fondos, llenos de corales y perlas, las que encuentro en los caminos que se tuercen como la hiedra, te espero y extiendo mi mano, que sin ti no se de sendas, no se de vida, no se de treguas, no se de mi, no se de tretas... En tu llegada alegrias que en mi jardin reverberan, sin abonos ni cuidados porque la tierra es la puerta por la que acudes sin llamada, sin prisas, sin estrellas. Son los anhos de la vida a la que colmas si tu ausencia por un momento se evapora, como el agua de tormentas en este verano en el que tengo la esperanza de tu presencia. Cercana, sin ventanitas azules ni hormiguitas negras, que nos aten en la distancia mientras mi mano no te encuentra.
Amiga de mis amores, hermana de nidos y flores, mirate en mis ojos que te ven grande y valiente, vencedora de guerras, miedos y abismos, ejemplo vivo de hembra que se busca y que se encuentra, que se pierde y, sin descanso, va creando las huellas que llevan a lugares tranquilos, cuevas, tesoros y sierras. El universo... en tus adentros, ... tu hogar es la puerta que a tu corazon nos lleva sin necesidad de princesas que sean perfectas . Con o sin nieves, con o sin soles, con o sin hielos. El espacio donde tu cabes es el aire que suspiras cuando de ti estas llena.

martes, 28 de julio de 2009


hay un abismo en mi vientre


una raiz aerea
que no encuentra
grietas.


Soledad
que te incorporas
a abrir mis ojos
en la mañana.

Decepcion
que mojo en el cafe,
... mis sabanas
revueltas.

Modelo y copia
emprendieron
distinto viaje
aunados
en un adios silencioso.

El mar lame mis pies
piadoso de un dolor
sin medida.
Mientras
las musica enmudecen,
los laudes no se tañen,
las campanas mienten,
y nuevamente
me rodeo de piedra.

lunes, 20 de julio de 2009

Papa

En mi baúl no hay imagenes de tu mano en mi mano, de tu caminar y mi caminar juntos, de juegos de escondite hechos con guiños y sonrisas. En mi baúl apareces tocando el piano y yo sentada escucho las notas impregnar el aire, el pedal suspende su sonido creando magia. Tus manos vuelan de arriba a abajo por un cielo blanco y negro hecho de marfil. Y pienso, y siento y salgo precipitada hasta el cielo en donde jugamos con nubes y soles.
Que grande te hacias en el piano, que cercano, tan tú sin disfraces ni escondrijos. Mi corazon de niña se llenaba de orgullo paterno, en silencio, sin decirselo a nadie te adoraba.
Ahora que soles y lunas han danzado los años y las tormentas, vuelvo a estar a tu lado, vuelve mi corazon a sentir el cariño negado por desencuentros y mentiras. Ahora que he vuelto al lugar del que parti, ..... llego y.... tienes lista la maleta.... Espero que tu viaje sea suave como las orillas de la playa, luminoso como el verano (tu estacion favorita), con la compañia de todos los que te quieren y te esperan deseosos de que lleves noticias y melodias.
Pero papa, acuerdate de mi, vuelve tu mirada de vez en cuando y agarrame la mano cuando tenga miedo, porque se que te voy a necesitar a mi lado, protector e invisible como la música que me envolvía cuando de pequeña soñaba hadas, vuelos y trinos.

martes, 7 de julio de 2009

TRIANGULO


Descolgó el teléfono con la esperanza de sentirse entendida. Pero lo que se encontró al otro lado del hilo fue el yo-mi-me-conmigo de los últimos años de relación con Paco.
Paco era Fran, así lo habían conocido siempre familiares y amigos. Cambió de nombre al enamorarse.
A simple vista puede parecer que el cambio no deja de ser algo simple, unos fonemas por otros... que más dará... Pero lo que le ocurría a Fran, ahora Paco, era una transformación total.
No solo se transformaba el mismo, sino absolutamente todo lo que le rodeaba. Vivía con tal intensidad el amor, que recordaba a esas personas que aprietan los dientes de emoción al acariciar un cachorrito o un bebe y que más pareciera que lo que quieren es estrangularlo o comérselo.
Su relación con Paco-Fran había evolucionado y enriquecido en el paso del tiempo, esta vez, además, el cambio del susodicho lo había provocado Amalia, una de las mejores amigas de Marta. La alegría de que estas dos personas estuvieran juntas ocupo los primeros meses de la relación. Pensaba que estaban hechas la una para la otra y, pese a los conflictos de reajuste de toda pareja, el futuro se aparecía esperanzador como una mañana de verano.

La primera vez que se vio salpicada en medio de una de sus crisis, pensó que no era justo y advirtió que algo había en Paco que le hacia sentirse inseguro o atacado por ella, lo preguntó pero obtuvo un no-se por respuesta, no fue un NO rotundo, este nose permanecería de telón de fondo de su amistad desde entonces como una forma de negación, de sospecha, de duda de la valía personal.
De ser amigos del alma, Marta comenzó a tener que andar con pies de plomo, a medir cada una de sus palabras.
-Trátanos por separado y no como una unidad- le pidió Amalia.
Un aprendizaje para Marta que pasó de la espontaneidad y la confianza, al “cuidado donde pongo el pie porque hay bombas por todas partes”.
Pero el tiempo fue marchando, se refundaron los cimientos de una relación cambiada y poco a poco Marta volvió a sentirse cómoda.
En este periodo se relacionó fundamentalmente con Amalia. Paco andaba de la Ceca para la Meca trabajando de aquí a allá. No había contacto directo entre ellos, la mayor parte de los mensajes que Marta le envió quedaron sin contestar. Quizás porque no era lo suficientemente importantes, o no servían para nada... Marta recordaba lo que una vez le dijo una buena amiga: lo que siempre esta ahí acaba por carecer de valor, es gratis, no necesita esfuerzo y por lo tanto uno no se preocupa en cuidarlo hasta que desaparece.
Comenzó a percatarse de que ella era opcional, accesoria y prescindible, funcionaba como puente entre ambos. A su persona arrogante, orgullosa y ciertamente inestable cuando le tocaban los cariños, no le gustó demasiado este descubrimiento. Funcionaba como una especie de válvula de escape entre ellos, parecía que cuando peor estaban, necesitaban un tercero sobre el que descargar su frustración. Marta era el mejor vértice del triangulo que podían tener: el cariño por ambos les perdonaba cualquier desprecio, vuelta de tuerca, sospecha, injusticia.... Les cuidaba mas a ellos de lo que se cuidaba a si misma, pensando que su amistad estaba muy por encima de los estragos del tiempo y de los malos-entendidos. Los limites en aquella amistad eran siempre puestos por ellos, Marta mas parecía una mendiga que una adulta en una relación equilibrada.
La situación no fue a mejor, las broncas entre la pareja eran cada vez mas frecuentes, Amalia la llamaba por teléfono cuando su ansiedad aumentaba ante los desencuentros con Paco. Acababan sacándole hierro o buscando una visión distinta del conflicto en cuestión, que normalmente se derivaba de mirarse demasiado el ombligo. La intención de Marta era tranquilizar y pacificar a Amalia, el acercamiento a Paco, el poder ponerse en sus sandalias. Había en ella un interés por mantenerles juntos que realmente no le correspondía. Se daba cuenta de que se movía en terreno resbaladizo pero la angustia de su amiga le pareció más importante que su propia seguridad.
Aunque sus conflictos tenían la consistencia de una pompa de jabón, sabia que las cosas no son mejores ni peores sino que dependen del valor y la mirada que le asignemos.
Y así, semanas, meses. Marta aprendió a quitarse del medio, a rebajar su orgullo, a que no le doliese sentirse un instrumento entre estas personas.
Hasta que llego el día... Ocurrió en unos minutos. Estaba sentada, tomando café con Amalia mientras Paco, escondido, escuchaba su conversación desde la ventana.
Amalia describía como se sentía, lo que ocurría, lo que quería, Marta comentaba sus impresiones, lo que a ella le pasaba en su propia vida, lo que había aprendido, una charla entre amigas sin filtros, con libertad porque se sabe que la otra es amiga, parte del alma de una, la persona que no te traiciona, la que te quiere y quiere lo mejor para ti, aquella en la que confías
Marta fue perdiendo el color, tonalidad tras tonalidad en una gradación que la llevo a hacerse una con el paisaje. A trabes de su estomago podía verse el muro que sostenía los mirtos, el grifo del agua, el color tostado de la pared, el viejo carballo del campo de atrás, ...
Amalia ni se percató de su desaparición, siguió hablando y hablando hasta que Paco la tomo de la mano y se fueron.
Nunca mas se supo de Marta, solo cuando la brisa se arremolina en las esquinas se escucha un suspiro que recuerda a la voz de Marta, dicen que en los días de temporal el suspiro se transforma en un porque? que recorre el mundo de cabo a rabo.

martes, 30 de junio de 2009



Encuentro palabras,
colores,
rastros de tus pisadas;
tus manos acarician
piedras con tersura de luna.
Me busco entre adjetivos
para tener una razon,
una disculpa
que me rescate del laberinto
en el que sigo extendiendo hilos.
No son mis ojos los que cantan
al hilo de tus ritmos,
tonadas que en otrora
bailamos bañados en salitre,
acompañan tensiones,
humedades, otros cuerpos.
Enciendo mi antorcha
para buscarme entre ruinas,
muros desgastados
y llenos de grafitis,
jarabe de amapolas,
eriales de ciudad.
A ratos encuentro
trazos,
devaneos del aire
que desgasta las esquinas.
Solo en el silencio se escucha
el latir de mi corazon,
banda sonora de una orografia
de fantasmas habitados.
Construyo el mapa temporal
que devuelva sentido a la locura
pero no hallo
sino encrucijadas,
caminos sin salida,
barrancos,
abismos.
El planeta que construyo
necesita liberarse,
como desaprenderse?,
como des-sentirse?,
como caminar las sendas familiares
sin atarse de la misma forma las sandalias?
El espejo difumina mi imagen
con parte de la tuya.
En el tiempo de las cerezas
abrazo el partir de la memoria.





viernes, 19 de junio de 2009

Compasion


Compasion. Esta palabra hace referencia a la empatia, a la capacidad de sentir con el otro, a poder usar sus chancletas durante un rato y a no mirarnos solo nuestro ombligo.

Ayer se murio el hermano de una amiga. Todos los gestos, los suspiros, las lagrimas, las palabras, los enfados me llevaron de vuelta al dia en que mi hermana se murio. Igual de inesperado, igual de injusto, igual de innecesario. Senti compasion por las personas que se debatian entre la pesadilla y la realidad. El dolor de su corazon, desgarrado por una perdida temprana es el mio. Me preguntaba mi pareja que cuando se pasa. Nunca, respondi. Aprendes a vivir con una parte de ti necrosada, hueca. Aprendes a mirar la vida con otros ojos, a entender la muerte como algo mas grande que tu, como algo de lo que no se puede huir.

Aprendes a tomarla de frente, a vivir momento a momento y a no hacer planes que conlleven la palabra futuro mas alla de una cercania temporal que puedes asimilar. Aprendi a vivir sin mi hermana fisicamente, a echar de menos sus manos pero a poder imaginarlas asiendo las mias. Aprendi a hablar con ella de otra manera, a recordarla, a nombrarla para que no se le olvide al mundo que paso por aqui y nos convirtio en mejores personas de lo que eramos.

Nunca ha dejado de dolerme que se haya ido. Hace ya 8 años. El tiempo sigue corriendo, cada vez mas rapido pero hay momentos en los que se detiene, como doblando las esquinas de la memoria, surcandonos de cicatrices y enseñanzas.

No hay consuelo para un hecho como este, no hay palabras balsamicas que suavicen el hecho de que no esta, de que no va estar mas, de que todo lo no dicho queda silenciado. Solo el tiempo nos ayuda a no pararnos, a soltar el cabreo inmenso que tienes, a asumir que eso es la vida y que no podemos cambiarla pese a todo el control que creemos tener.

Me siento cerca de los sentimientos de estas personas que ahora estan sufriendo, me gustaria poder aliviarlas un poquito, aunque conozco que esto es imposible. Les envio mi cariño y comprension en forma de pensamiento.

Solo deja de existir lo que se olvida

domingo, 14 de junio de 2009

Tiempos de mujer


Me siento mujer, plena, serena, a veces incluso siento que se cosas, que entiendo lo que ocurre a mi alrededor. Hay momentos que disfruto como una loca, y momentos en los que quiero meterme debajo de la alfombra como esas pelusas que resisten al aspirador.

Por fin, he dejado la adolescencia sin dolor, sin nostalgia, sin necesidad de pensar en este tiempo como la epoca mas dorada de la vida y valoro las cositas pequeñas de cada dia. Las pequeñas flores que crecen en las dunas de la playa, la sonrisa de mis alumnos al despedirse para siempre de mi, el permanecer a lado de mi amor sin necesidad de palabras, fuegos artificiales o fanfarrias.

Tomo de la vida lo que ofrece. Algunos piensan que me he convertido en una seta aburrida, no me pongo escote los viernes y salgo a bailar, no coqueteo, no busco miradas en las que encontrarme atractiva. La minifalda duerme cogiendo polvo en una de las perchas de mi armario, esperando a otro momento en que me apetezca descolgarla. No digo que no a nada y huyo de rutinas y convencionalismos. No pretendo ser divertida, no pretendo ser locuaz, no pretendo ser la mas guapa de la reunion y no añoro ser abrazada mas que por los brazos que me abrazan todos los dias.

Necesito pocas cosas, paz, tranquilidad, estar a gusto con todos mis defectos y tambien reconocer mis virtudes. No me siento ni mas ni menos que nadie. No me interesa la competicion por los favores masculinos ni femeninos. Tengo una amiga que dice que estoy en un momento zen. Yo bromeo con ella y le digo que si es el zen de todo a zen estoy de acuerdo. Pero por fin me da igual, despues de toda mi vida luchando con ello, lo que piense la gente de mi, incluso tu que estas leyendo. Me gusta que me quieran, eso esta claro y me duele cuando me rechazan pero acaso no tenemos todos el derecho a elegir nuestro camino y las personas con las que lo recorremos? A veces paseamos un rato con unos y separamos nuestros caminos sin saber si nos vamos a reencontrar. Otras caminamos largos tramos de la mano y de pronto necesitamos espacio, sin que por ello tenga que haber problemas. En ocasiones decimos adios o nos dicen adios. Este ir y venir para mi se llama amistad, sin tonos raros ni dudas. Amistad es el sentimiento mas hermoso que poseemos y nada tiene que ver con horarios, planes, cotidianidades ni rutinas festivas. La mayor parte de mis amigos estan ciscados por el mundo, pero cuando nos reunimos sean cinco minutos o cinco meses el sentimiento esta ahi, claro y corporeo como la luz.

Quiero a muchisima gente y no siempre tengo tiempo para ellos, no por eso significa que me acuerde menos o que me distancie. Quizas mi necesidad de soledad para comprenderme, para quererme, para respirar me aleje de algunos, pero esa soy yo y con esa estoy a gusto.

lunes, 18 de mayo de 2009

Benedetti


Mi más profundo cariño para Mario Benedetti, mi profundo reconocimiento de su persona, su arte, su poder de hablar de las grandes cosas haciéndolas parecer sencillas. Gracias por ser y por compartirte con todos nosotros.


Porque te tengo y no
porque te pienso porque la noche está de ojos abiertos
porque la noche pasa y digo amor
porque has venido a recoger tu imagen
y eres mejor que todas tus imágenes
porque eres linda desde el pie hasta el alma
porque eres buena desde el alma a mí
porque te escondes dulce en el orgullo
pequeña y dulce
corazón coraza

porque eres mía
porque no eres mía
porque te miro y muero
y peor que muero
si no te miro amor
si no te miro

porque tú siempre existes dondequiera
pero existes mejor donde te quiero
porque tu boca es sangre y tienes frío
tengo que amarte amor
tengo que amarte aunque esta herida
duela como dos aunque te busque
y no te encuentre
y aunque
la noche pase y yo te tenga
y no.
Unas veces me siento como pobre colina
y otras como montaña de cumbres repetidas.
Unas veces me siento como un acantilado
y en otras como un cielo azul pero lejano.
A veces uno es manantial entre rocas
y otras veces un árbol con las últimas hojas.
Pero hoy me siento apenas como laguna insomne
con un embarcadero ya sin embarcaciones
una laguna verde inmóvil y paciente
conforme con sus algas sus musgos y sus peces,
sereno en mi confianza
confiando en que una tarde
te acerques y te mires,
te mires al mirarme.

viernes, 8 de mayo de 2009

Mimetismo


Las líneas del pentagrama de donde huyen las corcheas, reclaman una melodía que no contenga asonancias para esta primavera. Busqué entre las páginas de versos insomnes, traiciones a la vitalidad, a la entrega, al descontrol pero los silencios en ellos contenidos eran mucho mejores que cualquiera de mis letras.

En el jardín, botones amarillos, susurraban promesas de frutos rojizos que romper en estallido de pepitas y humedades. Abejas libaban sin prisa prescindiendo de horarios y luces; al son del azadón surcaba terrenos en el aire donde plantar el corazón sin riegos ni abonos. ¿A dónde se fue la planificación de esta huerta en la que las solaceas duermen a la sombra de los sauces? Quizás las hormiguitas que se fueron de mi espalda tengan noticias de las mudas ideas que atormentan los rocíos. Soplándole estoy al viento para que lleve arenas de desierto al país amarillo donde reconozcer las huellas del asentimiento, para que los espejos no duelan, para que las enciclopedias mantengan intacto el saber, para que mis zapatillas de bailarina no sigan colgadas en aquella esquina desierta que aguarda los brillos de la purpurina violeta. Amnésica te intentas, más la esquiva memoria en pertinaz encuentro, alarga los pasillos en los que en sueños buscas el pomo de una puerta que derribe muros y escondrijos.

Sólo el pentagrama no se mueve. A lo lejos llega una canción en inglés que acerca pasos que llevaban por calles perpendiculares que nunca se cruzaron. No recuerdo, solamente me mimetizo con los escaparates de la tiendas que cerraron esperando inaugurar alguna cosa que no sea un pantano.

domingo, 12 de abril de 2009

Redes


Hoy quiero escribir desde mi, desechar todo intento de ficcion, ademas no me funcionan los acentos con lo que creo que todavia mas voy a escribir desde este estado atonito, atono en el que me hallo.

Mis antecedentes de reflexion se constituyen en el estado de salud de mi padre, que en cuestion de veinte dias, ha dejado de ser una persona autosuficiente e independiente, para pasar a depender totalmente de sus hijos.

Esta situacion complicada y dolorosa de por si, se ve agravada por el ritmo vital en el que nos vemos inmersos: jornadas de trabajo, familias desestructuradas, impedimentos vitales, ... toda una serie de obstaculos que hay que saltar, prever, planificar para que la birria de solucion encontrada sea un punto medio que concilie todas las posturas. Algo titanico de veras. Entonces pense en mi padre y sus padres que fue lo que cambio? Cuando mis abuelos se fueron poniendo malitos se quedaron en mi casa familiar, rodeados por todos nosotros. Mi madre no trabajaba fuera de casa, al igual que mi abuela, mi tia. Las mujeres cumpliamos esta red de solidaridad y cuidado en la que consistia nuestra vida. Ahora trabajamos, cumplimos nuestras expectativas de poder salir de casa, de poder realizarnos en algo que, con mucha suerte, tenga que ver con nosotras. Que ha ocurrido? Los abuelos se pudren en sus casas o en los asilos, los hijos crecen sin cuidados, sin limites, comprando con regalos y permisividad el tiempo que no le dedicamos. Nunca pense que fuese a echar de menos el ayer, la organizacion de una sociedad que tenia por base la familia y en esa base uno podia confiar que el dia de mañana, cuando no nos pudieramos valer por nosotros mismos, nuestros hijos tomarian el relevo de forma natural. Yo quiero tomar el relevo, no abandonar a su suerte a mi padre o meterle en una residencia donde ir a verlo una vez por semana. Pero mi vida no esta hecha a la medida del amor familiar, a formar parte de un clan que te sostiene cuando lo necesitas. Ni mi vida, ni mi pisito, ni mi disponibilidad fisica. Yo no tengo hijos y mi futuro se abre ante mi pavoroso. Esta sociedad solo se ocupa de los jovenes, los validos, los autosuficientes, los que no sufren, los que no tienen problemas del tipo que sean. Esta sociedad individual me parece una mierda. El futuro no existe decian punkies de los 80. Nos hemos quedado en la negacion de que si cumplimos nuestro ciclo natural nos haremos viejos, necesitaremos de los demas. No estoy diciendo que vayas a vivir toda tu vida en funcion de ese pensamiento pero desecharlo como hacemos es una autentica locura. A ti te va a tocar, igual que a mi y a todos los demas.... Comienza por levantar tu culo del asiento en un autobus, por cederle el paso a los mayores, por considerarlos mas sabios que tu por el simple hecho de que llevan mas tiempo en este planeta, han visto mucho mas que tu, han pasado por mucho mas que tu y se iran de aqui antes que tu. Que su recuerdo no se pierda. Volvamos a construir redes, si las del pasado no nos valen, inventemos otras. Nos va mucho en ello. Nos va el futuro.

jueves, 2 de abril de 2009

Bendito Borges


SÓLO CON EL TIEMPO
Después de un tiempo, uno aprende la sutil diferencia
entre sostener una mano y encadenar un alma.
Uno aprende que el amor no significa sexo, y una compañía no significa seguridad.
Y uno empieza a aprender.
Que los besos no son contratos y los regalos no son promesas,
y uno empieza a aceptar sus derrotas con la cabeza alta y los ojos abiertos.

Y uno aprende a construir todos sus caminos en el hoy,
porque el terreno de mañana es demasiado inseguro para planes
y los futuros tienen una forma de caerse en la mitad.
Y después de un tiempo uno aprende que, si es demasiado,
hasta el calorcito del sol quema.

Uno planta su propio jardín y decora su propia alma,
en lugar de esperar a que alguien le traiga flores.
Y uno aprende que realmente puede aguantar, que uno realmente es fuerte,
que uno realmente vale,
y uno aprende y aprende.

Con el tiempo aprendes que estar con alguien porque te ofrece un buen futuro,
significa que tarde o temprano querrás volver a tu pasado.
Con el tiempo comprendes que sólo quien es capaz de amarte con tus defectos,
sin pretender cambiarte,
puede brindarte toda la felicidad que deseas.

Con el tiempo te das cuenta que si estás al lado de esa persona
sólo por acompañar tu soledad,
irremediablemente acabarás no deseando volver a verla.
Con el tiempo entiendes que los verdaderos amigos son contados,
y que el que no lucha por ellos,
tarde o temprano se verá rodeado sólo de amistades falsas.

Con el tiempo también aprendes que las palabras dichas en un momento de ira
pueden seguir lastimando a quien heriste,
durante toda la vida.
Con el tiempo aprendes que disculpar cualquiera lo hace,
pero perdonar es sólo de almas grandes.

Con el tiempo te das cuenta que aunque seas feliz con tus amigos,
algún día llorarás por aquellos que dejaste ir.
Con el tiempo te das cuenta de que cada experiencia vivida con cada persona
es irrepetible.

Con el tiempo te das cuenta de que el que humilla o desprecia a un ser humano,
tarde o temprano sufrirá las mismas humillaciones o desprecios
multiplicados y al cuadrado.
Con el tiempo comprendes que apresurar las cosas o forzarlas a que pasen,
ocasionará que al final no sean como esperabas.

Con el tiempo te das cuenta que en realidad lo mejor no era el futuro,
sino el momento que estabas viviendo justo en ese instante.
Con el tiempo verás que, aunque seas feliz con los que están a tu lado,
extrañarás terriblemente a los que ayer estaban contigo y ahora se han marchado.

Con el tiempo aprenderás que intentar perdonar o pedir perdón, decir que amas,
decir que extrañas, decir que necesitas, decir que quieres ser amigo,
ante una tumba,
ya no tiene ningún sentido.

Pero desgraciadamente, sólo con el tiempo.

(Jorge Luis Borges)

martes, 31 de marzo de 2009

La verdad


Estos días me persigue un tema. El re-tratado dilema sobre si decir la verdad en todos los casos es malo o bueno. Si la sinceridad debe ser la estrella que marca el norte de nuestro comportamiento o, por el contrario, la sinceridad es un valor en desuso en una sociedad tan "civilizada", tan nice que dirían los anglos, como la nuestra.

Yo busco la verdad.

Cuando era niña me atormenta la coherencia y la verdad o la mentira y la complacencia como polos de un mismo enchufe. Así, no entendía porqué en el mundo adulto las cosas cambiaban de mano en mano, las frases se enfatizaban o agrandaban, o empequeñecían volviéndose cortantes. Unas veces cuchillos, otras veces algodones. En mi inocencia infantil metía la pata constantemente con conversaciones que no podían ser repetidas, o que eran cosa de mayores, lo que se dice en casa no puede salir fuera, o no es bueno llevar y traer... Eso me creó tal confusión que opté por el silencio. Pasé años de mi infancia callada, sumergida en los libros mientras alrededor se fraguaban las pequeñas batallas cotidianas, los grandes movimientos lúdicos desencadenantes de sonrisas que se transformaban en muecas de hastío en solitario.

Hubo un tiempo en que mentí. Me mentí a mi misma, mentí a los que más quise, mentí a la vida y traicioné lo sagrado, lo intocable, lo impoluto. Juré que nunca más volvería a mentir, intentaría ni que una pequeña mentirijilla se me colase. Fue un ejercicio espartano. Una lucha diaria con la civilización, lo agradable, lo políticamente correcto que me granjeó más de una enemistad, más de un "y quién te ha dicho que me importe lo que pienses..."

Hoy, que los años, las risas y las lágrimas han surcado mi rostro convirtiéndome en la mujer adulta que soy, respondo si a la verdad, pero si cuando no suponga cargarte al otro, minar su autoestima, destrozar algo bello, dejar de compartir, dejar de sentirme pequeña para declararme la jueza del mundo. Dejar de ser un ser humano para construirme una peana, dejar de orinar para miccionar agua bendita... Quién sabe qué es la verdad, acaso nos hemos vuelto sabios? Porque, si es así, no sé qué le está ocurriendo al planeta, qué le está ocurriendo a la economía, la política, la moral... Será pues que no somos sabios, que somos prepotentes, orgullosos, vanidosos, envidiosos y necesitamos constantemente que el foco de un escenario imaginario nos enfoque, nos destaque, nos eleve por encima de los demás.

Todos necesitamos sentirnos especiales para alguien, la comodidad, la rutina, las falsas creencias que nos impone la sociedad acerca de la belleza, el éxito, lo correcto dan al traste con cualquier relación con nosotros mismos.

Sin embargo, me sigue gustando la verdad, sigo buscándola e intentando que mis alumnos la busquen. La verdad individual y la colectiva. Esa que me hace ser parte de ti, persona que lees esto, que me hace ser tu igual, un otro-yo y por tanto que evitará que me haga dañoa mi misma a propósito. Porque no decir la verdad muerde, pero hay verdades que también muerden por si mismas.

jueves, 26 de marzo de 2009

Marchen ARRRRR!!!!!


Estoy cansada.

Tener que lidiar con dime diretes y tonterías varias me agota.

Tengo la necesidad de ser quien soy y de relacionarme con otros que sean quienes son.

Nada de caralladas. Simplemente la reivindicación de la individualidad como derecho. Pero tener las cosas claras, no dudar a la hora de elegir un menú, una película, un color, una forma de ocio no está bien considerado. Porqué? Pues porque si te tratas con alguien que no lo tiene claro o que se apunta a tus elecciones es que tú mandas.... Mandar qué?????

Una se supone que la persona que tiene al lado elige ejerciendo su propia libertad. Si elige tu opción será porque le parecerá mejor o quizás si le hubiera dado un poco de tiempo quizás no sería mi opción sino la suya (La lucha por la autoría de las elecciones es algo que me aburre soberanamente).

Pero cuando otros más acostumbrados a una forma de elección distinta, se percatan, te convierten en una mandona que le diriges la vida sin misericordia a la pobre víctima que tienes al lado. Y la tal víctima se calla, apostilla, da medias verdades por respuesta que consiguen que tu fama de Generala del ejercito de todas las tierras, mares y aires llegue a cobrar tal tamaño que nada de lo que haga el otro parezca de su propia autoria.

Y yo me pregunto porqué consideramos malo al que lo tiene claro y no al que se deja arrastrar... en esta sociedad de rebaño de ovejas en las que hay que decir beeeee en el mismo tono, en la misma nota, con la misma intensidad, no se soporta que alguien decida no balar. Los buenos son los corderitos a los que dirige el lobo de siempre.... pero ay de cuando el lobo se encuentra con una cabra que no da su cuerno a torcer.... Entonces el ser corderito es el peor de los comportamientos pero esta vez porque sigues a la cabra....

Yo no quiero ser ni cordero, ni lobo, ni cabra. Sólo quiero ser yo y ya.... Déjenme en paz los que piensan que soy autoritaria, o mandona o marimacho. Déjenme tranquila los que juegan a juegos de seducción porque necesitan un foco que les ilumine todo el tiempo. Déjenme en paz los que no se acerquen a compartir lo que sea pero de verdad. Déjenme los que no quieran conocerme.

No temo estar sola. Ya lo he estado muchas veces. He aprendido a llevarme bien conmigo misma, a no necesitar que nadie me diga que estoy guapa o que aún soy deseable.

La vida me parece un espacio con muchos matices unos oscuros y otros claros, a ambos abrazo sintiendo que ninguno permanece demasiado tiempo. Todo es un pasar, un irse, un venir. En la corriente de mi existencia ya no tengo necesidad ni de nadar a contraconrriente ni de dejarme llevar como pez muerto. Nado y floto a ritmos desiguales, contenta de mantenerme a flote. Curiosa por las orillas que descubro y por las otras tantas que vendrán. No ordeno ni obedezco simplemente vivo y elijo. Si tu elección es diferente a la mía vívela a tu modo, pero no me uses de excusa para no elegir, para no cuidar, para no ver, para no sentir. Es una responsabilidad demasiado grande ser el centro del universo de alguien. No lo necesito, nunca lo he pedido y nunca lo pediré.

lunes, 16 de marzo de 2009

...


La tierra se remueve con aire de bostezo. De los rosales, aún cerrados, emergen las promesas de salutaciones, felicidades y deseos de nubes. Nada en el barrio carece de lugar, incluso el canto del gallo llega, como siempre, adelantado a su cita con el sol.

Ni siquiera el sonido de mis pasos dirigiéndome a tu portal resultaban extraños a la luna, que inflamada, dirige guiños de luz entre edificios. Una extraña serenidad invade mi insomnio aunque añoraba la suavidad de tus yemas dibujando meandros entre mis cañas. El reloj ha perdido la cuenta de los segundos, abriendo mi espera hacia el infinito donde puebla la profundidad de tu mirada.

Subir en ascensor sin ti, es un ejercicio circense de sombras y luces. Sin tus brazos no alcanzo los botones del pulsador y asciendo por una espiral de incertidumbres, de dudas, de escondites. Pero si al abrir tus puertas es tu abrazo quien me recibe, llego a casa, encuentro mi refugio de los mil y un caminos, de las mil y una puertas. Es tu piel mi piel por un momento deshojando fronteras y banderas. Me estremezco sin miedo, sin aullidos. No busco enciclopedias que contengan los saberes, las ganancias. Me llena el silencio compartido, la mirada centrada en la misma dirección. Sin diplomas ni reconocimientos, más que tú en mi, más que yo en ti.

martes, 3 de marzo de 2009

Tabú


Me pregunto a mi misma cuándo un tema se convierte en un tabú. En algo de lo que no se puede hablar sopena de crear un malestar, un enojo, una falta total de empatía en el receptor de las susodichas palabras.

Porque, en principio, todo el mundo estaría de acuerdo en que se puede opinar sobre cualquier cosa. ¿Estamos seguros...? ¿sobre cualquier cosa? Y si resulta que mi opinión sobre las excelencias de tu manera de trabajar no son iguales que las mías, o si a ti te parece que mi relación con mi ex novio es demasiado cercana, o si mi madre o la tuya son unas cotillas.... Entonces ¿podemos seguir hablando como si la cosa no nos tocase?
Yo no sé porqué extraña razón decidí hace muuucho tiempo no ofenderme con las opiniones de los demás. Las que no me gustan paso de ellas, y las que tienen alguna resonancia conmigo las contemplo. Me da igual que opines que mi padre es un tipejo de la peor calaña o si mi hermana lleva una pinta de zorrón verbenero de no te menees, o si mi abuela es una ladrona y guarra... Todo es cuestión de la posición que adoptes frente a la realidad del otro.
Pero hay veces que las opiniones duelen porque vienen de alguien de quien no te da tan igual que diga esto o lo otro, porque ese alguien te conoce, sabe quién o qué eres. Entonces es cuando hay que hacerse cargo de lo dicho, observar el tono con que fue dicho, que lo motivó, la resonancia o no que tiene en nosotros. Por supuesto que habrá quien se equivoqué y no de pie con bola, pero habrá muchas veces que, pese al disgusto inicial, tengamos que replantearnos nuestra postura.

Las peanas, los altares, las urnas de cristal en las que meter situaciones o personas y las vuelven intocables no me parecen la mejor de las opciones para crecer, para relacionarse, para aprender. Podemos y debemos equivocarnos porque es la única manera que tenemos de aprender lo que no sabemos, de evolucionar a posturas que sean más amables con quienes somos en realidad. El inmovilismo, el esto no me lo mientes porque me cabreo, no deja de ser una postura intolerante con la vida que es movilidad, fluidez, cambio. Enquista y no permite una mirada objetiva sobre aquellas cosas y aquéllos a quien amamos, pero que no dejan de ser humanos con sus fallos y sus aciertos, sus virtudes y sus vicios. Reconocer la parte oscura de la realidad, no la hace terrible sino que nos prepara para aceptar que no somos dioses perfectos e inalcanzables. Todos, todos, todos tenemos algo que no nos gusta de nosotros mismos o de nuestras familias, sin que por ello tengamos que odiarnos o maldecirles...

lunes, 2 de marzo de 2009


Tengo un ramo de flores violetas que se secaron sin perder su color. El aroma que antaño las envolvía fue perdiendo intensidad a fuerza de enmascararlo con perfumes y esencias. Por un tiempo olvidé su existencia, olvidé su localización, su forma, su significado. Quise arrancarlas de la maceta que oculta sus raices bajo capas de epidermis.

Un jardinero me insto a volver a regarlas con aguas de otras lluvias, de otros paisajes, de otra cultura. Probé a nombrarlas en chino, en francés, en eslovaco, japonés, ruso o árabe. Pero no econtré palabras que se les asemejasen.

Decidí entonces no llamarlas, no nombrarlas, hacerlas invisibles y... olvidar que un día planté flores con la esperanza de que la primavera se instalase bajo mi hombro.

Un vestido de tactos me regalaste mientras tus ojos brillaron con promesas silenciosas. Descubres mi orografía y te instalas en el fondo de mi vientre, donde tu cabeza se recoge levantando árboles en mis valles. Poco a poco asciendes por mis cumbres, llegando a los abismos y, sin miedo, te lanzas en caída libre hasta que las ramas secas de mis flores enganchan tu cabello. Y así las viste, y así tus caricias y cuidados vencieron los inviernos que uno tras otro coloqué en racimo sobre ellas. Derretiste las nieves. Soles y lunas recibieron nuestros despertares, al unísono que las hojas de mis flores se abrieron a las yemas de tus dedos. Y, entonces, la primavera dejó de ser una espera.

sábado, 21 de febrero de 2009

Trato


La dificultad de aceptarnos como somos,

la línea que separa el uno del nosotros.

Aquello que brillaba sin necesidad de sol

se fue volviendo conflicto, necesidad, oscuridad.

Si puedo aceptar que eres,

si puedo reconocer que soy,

si lo que tú eres y lo que yo soy,

no tiene porqué cambiar,

Sólo si no quiero cambiarte

Sólo si tú no quieres cambiarme.

Entonces visto ropa que no aprieta,

que no deja marcas en la piel

que no necesita de planchados y remiendos.

No quiero máscaras tras las que perfilarte

ahora como príncipe, ahora como sapo.

Me gustaría ser suficiente, ser visible,

ser lo que soy y que por ello me busques.

Me gustaría que fueses suficiente, visible

que seas lo que eres y que por ello te busque.

Hagamos un trato

si algún día descubres en mi mirada

el juicio que no respeta la identidad,

si algún día necesitas que me convierta en otra,

nos diremos adios con sonrisa y abrazo,

para seguir caminando, y quién sabe si encontrando

a aquel que quiera que la imagen del espejo

siga siendo el reflejo fidenigno

de las personas que somos.

martes, 27 de enero de 2009

HUMANIDAD


Vigo, 26 de enero del 2009

Hospital Xeral. Urgencias tocología

Hay profesiones a las que se nos supone la humanidad: profesores, médicos, enfermeras, socorristas, cooperantes... Este fin de semana he tenido un serio encontronazo con la humanidad de la profesión sanitaria.
Estaba embarazada de cinco semanas, mi primer embarazo a los 43 años, cuando comenzó el sangrado. Corriendo a urgencias. Horas de espera: de las 8 de la mañana a las 3 de la tarde. Comienzo a percatarme de que sin barriga, en la planta de tocología, no existes. Diagnóstico: pérdidas, feto aún con latido, riesgo de aborto. Recomendación: reposo total. Salgo de la planta con las palabras aún hay latido, en mi mente.... todo lo demás es secundario.
Sigo las recomendaciones médicas y me meto en la cama. Comienzan los dolores. Al principio no son más fuertes que los dolores de regla pero, a medida que pasa el tiempo, aumenta sangrado y dolor en igual proporción. Volvemos a urgencias.
Esta vez estamos solos, mi pareja y yo. Bien! no tendré que competir por la visibilidad con las barrigas ajenas, pero a cambio habrá que esperar porque los tocólogos y comadronas están atendiendo partos.
Cuando por fin, se desocupan me encuentro con una tocóloga amable, que te mira a los ojos, que te pregunta cómo es tu dolor, que te trata con delicadeza cuando introduce cosas en tu interior. Sigue habiendo latido. Bien!
El resto del día y al día siguiente me retuerzo del dolor en la cama. LLevo tres días sin dormir bien y las pastillas que puedo tomar me hacen el efecto de una gominola, pero las indicaciones son pasarlo y no ir si el desangre no es total. El domingo por la noche la sensación de embarazo desparece, me acuerdo de miri y sé que mi hijo ya no está. Aguanto un poco más.

Llega el lunes. No puedo ni andar del dolor, mi madre me recoge y se asusta al verme. Volamos a urgencias.
Piden una silla de rueda y los celadores juegan un rato al cógela tú, no venga vete tú que estás más cerca. Yo respiro como si estuviera pariendo, por fin me traen la dichosa silla. Me lleva una celadora a toda prisa por el pasillo, el traqueteo de la silla me produce más dolor. Le pido si puede llevarme más despacio. Bache, salto y respuesta: -Te vienen a buscar ahora-. Me deja en una sala de espera, no sé porqué tenía tanta prisa para dejarme veinte metros más allá. Llega mi pareja, me toca los hombros, me siento por fin acompañada.
Diez minutos de dolor intensísimo después aparece la enfermera, con idéntica conducción de silla. Mientras subimos a planta, otra auxiliar comenta que ella no va a la planta 2ª ni loca, que si está infestada, que si no paran, que si a ella no la cogen en otra, que menudo coñazo... La chica embarazada que va a mi lado y yo simplemente no existimos.
En planta sigue la loca conducción de silla hasta que me meten en consulta. Mi madre comenta -¡que bien, que la van a atender ya! No los dejan pasar conmigo y las puertas abatibles se abanean tras de mi mientras ellos me miran con preocupación.
Me dejan tirada tras las puertas, mi dolor crece y crece, se infla como un globo. En frente dos embarazadas me miran con compasión, cuando comienzan a caerme las lágrimas una de ella me da un paquete de clinex. Clavo mi mirada en cada persona con bata blanca que pasa. Soy invisible. Paro a una enfermera, -por favor estoy sangrando mucho y me muero de dolor-. La oigo comentarlo dentro. Nadie se mueve. A mi alrededor mujeres con enormes barrigas van entrandoy saliendo del ecógrafo. Otras llegan con pérdidas, las pasan a cama y las monitorizan. Tengo la sensación de que me harían más caso si me metiese una almohada bajo mi camiseta. Vuelvo a parar a otra enfermera. Mismo resultado. Las dos mujeres que estaban conmigo ya han acabado y se van con sus parejas. Sigo esperando. Entra un visitador médico que entre risas habla con una médica, o futura médica por su edad, están quedando para no sé qué viaje. La chica rie y se contonea. Yo la odio en silencio.
Una mujer me cambia de sitio pues he colocado mi silla de ruedas en medio de la puerta, saludo a mi madre y mi pareja. -Perdona te voy a cambiar de sitio-. Me dice.
-Tranquila -digo yo- me pongas donde me pongas aquí no me ve nadie.
Cuando el dolor es ya del todo insoportable y no puedo más que llorar, me pasan de la silla de ruedas a una silla normal al lado de una puerta en la que se supone, me van a atender.
-Pero mujer no llores, qué te pasa.- Me pregunta un chica muy joven con aire condescendiente
- Qué me pasa? Me retuerzo del dolor, llevo más de una hora ahí tirada, me habéis ido a buscar a una sala en la que no estaba. He tenido que gritar estoy aquí y tú me preguntas qué me pasa????-
Se disculpa con la saturación de trabajo que tienen. Lo entiendo pero eso no disculpa el trato de invisibilidad de sus compañeras. Una planta llena de mujeres y nadie que te vea, te hable, te consuele o te acompañe mientras sufres??? En fin. Me muerdo la lengua y sigo esperando.
Por fin me atienden. Veo que está la tocóloga de la segunda vez, me tranquilizo al verla. Se está marchando, pero cuando le recuerdo la visita del sábado decide esperar un poco. Me desnudo y al ecógrafo. Ella se pone a mi lado me trata con cariño y me mira. Me informan de que no hay nada, que he debido de expulsar a mi hijo. Hay un silencio denso, pesado. Estan esperando a que me eche a llorar. No lo hago, tengo tanto dolor físico que no hay espacio para el emocional. La tocóloga riquiña se despide y me dice que no me preocupe, que estoy limpia. No hay que hacerme un legrado.
Me visto. Mientras ha entrado la médica que hablaba con el visitador.
-Pero, aún estás así- Pregunta a su compañera que está haciéndome recetas.
- Apura, que está la sala llena. Le has explicado ya? NO?- Me mira- Bueno ya sabes que tienes que tomarte esto y lo otro, y esperar a que lo de aquello y lo de más allá. Yo sólo oigo blablablabla y siento su prisa porque me vaya, porque entre la siguiente vaca para atender, el próximo número, la siguiente en la compra de la salud...
El dolor sigue ahí, no me han dado ni un analgésico, ni una palmadita, ningún acercamiento que me hiciese sentir que son humanas, que entienden mi situación, que preteden ayudarme. Ya no hay latido. Mi gran aventura se acabó aquí, ya no hay latido y sólo un dolor físico enorme, la sensación de invisibilidad más grande de toda mi vida, y un hueco en mi vientre que es un abismo.

Y la verguenza de pertenecer a una especie tan deshumanizada, en la que nos hemos convertido en un número, en un reloj, en cantidades que hay que medir, controlar, desocupar.... Es posible un mundo mejor? Espero que si. Porque si no es posible me pregunto qué van a hacer nuestros hijos el día de mañana, se habrán hecho insensibles. Serán una especie de robots eficacísimos para el trabajo e incapaz de cualquier conmoción emocional? Yo quiero ser madre, pero me preocupa el mundo al que quiero traer a mi hijo. Un beso cariño, nos vemos cuando tú quieras. Te esperaré

jueves, 22 de enero de 2009

Herida

Tengo una herida que es un río,
que se abre y se cierra,
que se contrae hasta que desaparece
cerrando todas sus puertas.
Nunca la llamo, nunca la espero
y cuando menos doy cuenta,
aparece y,
sin resuello,
se lleva todas mis señas.

De cristales y de agua se llena,
la profundidad de la tristeza.
Lo que restamos en las sumas,
lo que no conservamos en memoria,
lo que se esconde
y nos acecha.
Hay dolores del alma,
dolores que no son presentes,
que pertenecen a otras tierras
y que, recogidos en pentagramas,
resoplan tras las puertas.

No abro ventanas para que venga,
pero todas las cerraduras fuerza
cuando declaro en voz alta
que ya se fue, que estoy de vuelta.


A esta herida renuncio
sin conseguir que no vuelva,
con otra ropa, otro tiempo,
otra vuelta de tuerca.

Su color es apagado,
su nombre...
mi exigencia,
de reparación del daño
que sin limpieza deja
humores, restos,
cascadas que no cesan.

martes, 20 de enero de 2009

Llamada




Cuando recibas mi llamada,
no te escondas en las nieves,
pues el fuego de mi alma
calienta para que medres.

Si me encuentras distraída,
buscando hongos y chisteras,
recupera mi mirada
restituyendo la senda.


Te busco hace tiempo
sabiéndote
entre tinieblas.
Cuando te alcanzo te desvaneces
sin dejar apenas huella.
No extiendo mi mano y te apareces
sin reserva
para anunciarme tiempos de juegos,
leche materna y espera.
Por eso yo te conmino a que acabes a mi vera,
para que no me abandones antes de que crezca la hierba.
A los antiguos convoco,
círculos y tierra,
que sus luces acompañen al ser en esta esfera.
Sin fanfarrías y albricias, que enmudezcan el mensaje
elevo preces de humo, pétalos, escaramujos sin triquiñuelas,
para que la soledad no pierda aniversarios futuros,
y dé bienvenida a la vida que derriba las aceras.




lunes, 12 de enero de 2009

Esperas


Hay esperas incómodas, como clavo en silla.

Esperas angustiadas volando en torno a luces inalcanzables de un tiempo que ya no es.

Esperas inconclusas que alargan los números de los relojes de arena.

Esperas eternas de las que no hay vuelta.

Esperas gastrointestinales más largas en el género masculino.

Esperas luminosas que llenan el cuerpo de pentagramas de sol.

Esperas caducas como las hojas de los castaños.

Esperas cuadriculadas con colas ordenadas simetricamente.

Esperas linguae cada vez que me interrumpes y no puedo acabar mi frase.

Esperas efervescentes cuando late mi cuerpo al ritmo de tus pasos en la escalera.

Esperas condenatorias precedidas por un dedo acusador.

Esperas predecibles como el paso de los años.

Esperas inservibles que son una pérdida de tiempo.

Esperas dulces que traen nuevos seres a este mundo.

Esperas que no desesperan porque te llenan de alegría, de serenidad... Hay esperas que esperamos toda la vida.