miércoles, 21 de julio de 2010

Ciclos


Piedrecita a piedrecita, así construyo los altares de los días cotidianos, así me descubren las mariposas bordadas en los caminos.
Piedrecita a piedrecita, deposito mis cánticos de alabanza y petición, con humildad agradecida por este transcurrir del tiempo dorado, tenue, casi imperceptible como el mudar entre estación y estación.
Piedrcita a piedrecita voy cantando mis canciones que conducen por los caminos en los que el olvido no tiene pies, ni manos, ni guitarras con las que encrespar los fuegos.
Piedrecita a piedrecita desmonté mis catedrales, forjando colinas que se hicieron montañas por las que vagaban las nieblas creadoras de musgos, en los que deslizarse en húmedas caricias ancestrales.
Y así vienen y van las mareas, desmontando piedrecitas que acumular en otra playa. Así creando y destruyendo piedrecita a piedrecita.