jueves, 13 de noviembre de 2008

Tras la lluvia


Tras la lluvia de la noche, el sol asomaba justo cuando sus ojos se entreabrían. Las pesadillas consiguieron agotarla, dejándola en un estado de vulnerabilidad bastante más exagerado que el habitual.

- Buenos días-
Las lágrimas no rodaban a la velocidad necesaria para que él no descubriese su pesar.

-¿qué te pasa?

-Nada, nada, una pesadilla.-

-Quiéres contármela?-

-Todos aquéllos que me han dañado el corazón juntos en la casa de mi infancia.... La casa estaba sucia, destartalada, pero conservaba aún aquéllos detalles que la hacían reconocible. Mi piano en el mismo sitio, tal y como lo recuerdo. En cambio, la mesa de juegos estaba rota, y había sillas que no le pertenecían.

Una de ella se deshacía cuando la abría... Las telas de arañas y el polvo cubrían las paredes.

Ella se abrazaba a todos los que vivían allí. Representaba el papel de amiga que yo viví en su día. Ninguno se daba cuenta de mi presencia. Incluso cuando me senté en el sofá roñoso del salón los dos que se besaban, se tiraron sobre mi aplastando mi cuerpo.

Me puse furiosa, quería romper todo aquello que no era mío, que se fuesen de la casa, pero mi irritación les era tan ajena como mi presencia. Ni siquiera se molestaban en mirarme.

En el hall entraba Jesús, un amigo al que quería con toda mi alma y que me traicionó, ... recuerdas que te lo conté? Me abrazaba llorando a él bucando consuelo, buscandooo... reconocimiento, espacio, apoyo.... pero sus brazos estaban flojos y su abrazo se escurría como la arena de un reloj. Salía de la casa y me pedían que no volviese, que me llevase mi piano. ¿Pero cómo? No soy lo sufiecientemente fuerte y no puedo bajarlo por las escaleras yo sola. Decido pensarlo y volver en otra ocasión. Cuando espero el ascensor ella me dice que quiere hablar conmigo, sincerarse. Me despierto después de sentarme sobre una fuente, para que ella me cuente, me explique-
- Bueno... es una pesadilla no?- Dijo él mientras la abrazaba.
-Si..., lo es..., pero refleja un patrón de mi vida. Representa todas aquéllas veces en las que no supe defender lo que era mío, mi posición en el mundo, el espacio que ocupo por derecho, porque simplemente soy, el mismo que abandono sin chistar siquiera cuando no me dejo ser yo. Y me duele, me duele darme cuenta de todo lo que he dejado que me oprima, que me aprisione. Me duele darme cuenta de que he sido la carcelera de mi propio encierro. Que hubiera bastado una protesta, un grito, un puñetazo en la mesa o largarme, marcharme.... Mucho antes, muchisimo antes-

Roberto se quedó mirándola fijamente, mientras ella se acurrucaba, necesitaba sentirse acogida, segura, en casa. A él le dio la risa y ella se ofendió.

- Es que... tenías una cara tan simpática-

No le pareció apropiado. Notaba la angustia sentida en el sueño en su propio pecho. Notaba la verdad que el sueño escondía y aún no se había repuesto.... No le pareció apropiado y sacó su caparazón y apretó una a una sus conchas, blindó hasta la última de las fisuras por donde se podía colar un rayo de luz y le dio la espalda.

Roberto lo intentó, volvió a decir que tan sólo era una pesadilla, que no tenía porqué ponerse así... Un nuevo ajuste del blindaje lo mandó a kilómetros de distancia y, entonces, él.... se enfadó.
Esta también era una dinámica conocida, ella suponía que para ambos, en la que ella pide reconocimiento, él se lo da para quitárselo minutos después, ella se blinda, él se va.... Preciosa manera de comenzar la mañana.

-Me niego a quedarme aquí parada compadeciéndome de mi misma- Mentalmente decidió que se ducharía en cinco minutos, desayunaría en otros cinco y que cogería el coche para ir a ver el mar.

Mientras conducía la radio sonaba: "Dejate llevar, por las sensacioneeees Que no ocupen en tu vida, malas pasiones... Esa pregunta que te haces sin responder, dentro de ti está la respuesta para saber... Tú eres el que decide el camino a escoger Hay muchas cosas buenas y malas, elige bien Que tu futuro se forma a base de decisiones Y queremos alegrarte con estas canciones "

Si, ahora era el momento de dejar de compadecerse por el pasado e intentar hacer las cosas bien, escoger bien, para el futuro. Era la hora de ocupar su propio espacio sin odio, pero con firmeza. Abrió la ventanilla y dejó que el olor a mar entrase por cada uno de sus poros, desató su sonrisa.

3 comentarios:

Meiga en Alaska dijo...

Venga mi niña... adelante!
Te quiero

mirada dijo...

:-)

Acción!

Yo empiezo mandándote un montón de besos, sonrisas, y confianza.

irene dijo...

A mí me encanta el espacio que ocupas, compartirlo cuando te he tenido cerca...a mí me encantas. Un abrazo de osas linda