martes, 20 de mayo de 2008

Búsqueda


El discípulo aventajado emprendió el viaje en el que había de descubrir quién era, qué quería y dónde realizarlo.
Para comenzar su andadura habría primero de desvestirse de toda experiencia anterior, despojarse de todo lo que antaño conociera, de todas los epítetos que acompañaron a su nombre, de cualquier palabra conocida.
Lo primero que olvidó fueron sus orígenes, después lo que aprendió en las escuelas, más tarde olvidó los rostros de aquéllos con quienes viviera, olvidó incluso el nombre del maestro y todas sus enseñanzas. Pero en todo este proceso tan sólo una cosa se resistió al olvido: el rostro inombrable del amor.
La necesidad vital de amar y ser amado, sin formas ni calificativos, tan sólo sensación. Una enorme apertura en el pecho que le oprimía la respiración cuando se esforzaba en borrarla de su recuerdo.
El alumno se iluminó en ese mismo instante, a escasos metros de su escuela, supo que era amor, que lo que quería era amar y que el lugar era allí mismo.

7 comentarios:

Rocio Ramos Morrison dijo...

que bonito mari, me encanta leerte, eres mi dosis de empatia y alegria diaria. te quiero

irene dijo...

sabes que pienso la cosita?? que al final y al principio lo verdaderamente válido es la Esencia..el AMOR
yos sin amor me mueo...de cualquier color forma y textura..sin amor no hay vida y yo quiero seguri amando
un abrazo de amor y sonrisas, bella

irene dijo...

cuántas letras se me colaron en las palabras de ahí arriba...casi ni se me entiende...perdón por los errores letriles..

Meiga en Alaska dijo...

Cuando David hizo su sesión de ayahuasca, esa fue su conclusión. Lo único verdaderamente importante en esta vida es el amor... Luego, saber aplicar esta enseñanza a la vida diaria con sus estreses y sus movidas, es otro cantar, pero bueno, cada uno lo hacemos lo mejor que podemos.

Precioso texto, guapísima.

Besos

mirada dijo...

:-)
un abrazo enorme

Anónimo dijo...

Que lindo...

Néctar dijo...

Si no tengo amor no soy nadie, si no reparto amor, no soy nadie, si nada ni nadie me dan amor, no puedo vivir. El amor mueve montañas, el amor lo puede todo, es el único mandamiento que se debería imponer a todo el mundo: AMA, AMAOS. Amor es la palabra secreta, amor el la llave del paraiso, amor es el néctar y la ambrosía de los dioses del Olimpo, amor eres Tú, soy Yo, son ellos, somos cada uno de Nosotros. Amor somos todos, sólo tenemos que destaparlo de la losa pesada de las aventuras y desventuras diarias.
Besos princesa.