domingo, 4 de noviembre de 2007

Mirada de otoño


Paseo por el bosque siguiendo tu paso.
Los ojos... en la espesura, en la piedra que quiebra el pie; para no caernos pregunto a los árboles el camino de regreso y son los cuervos quienes graznan en un tiempo de aventuras. Siguiendo tu paso me encuentro matices de colores ocres, de naranjasamarillos, serenos. Camino segura con tu aliento en mi cuello. Olvido las miguitas que sirven de recuerdo y es tu mano la que guia, y es mi pie el que confia en que no nos perderemos.
Si mi aliento se agita y me vence el esfuerzo, tu sonrisa me rescata dándome brios nuevos. Mil armonías de niñez siguen el compás de palabras que acarician el alma y es en ti en quien creo, es en ti en quien me busco, es en ti el reflejo del sol en el agua, de esta cálida tarde de invierno.

2 comentarios:

Meiga en Alaska dijo...

Tus palabras me hacen recordar tiempos de aventuras acompañadas por cuervos, mapaches y ciervos, cruzando bosques llenos de vida y bosques silenciosamente muertos, descubriendo chorritos y bazookas, arrulladas por grillos y pájaros estrepitosamente escandalosos, ahuyentando osos y pumas con la ayuda de Don Pepito y Don José, disfrutando de sorprendentes pozas de agua caliente, largos viajes por carretera, espíritus y tipis...

Y por supuesto, sin olvidarnos jamás de aquellas terroríficas arañas peludas que transmiten de todo :)

Me encanta leerte y quererte

ana p. dijo...

Por supuesto!!!!
Viniste conmigo todo el camino, y también te recordé, tus risas y la apertura de espíritu que, como nunca, sentí en aquel viaje. Sabes que es mi refugio el recuerdo de esos días. El lugar al que vuelvo cuando soplan vientos y se producen terremotos. Es a tu lado donde me conocí como soy. Donde me quise por primera vez, a la luz de tus ojos