Si tus labios acarician mi boca,
mil lagartos anidan en mi vientre,
moviendo sus colas al unísono,
desatan la sed que busca fuente.
Y bebemos del agua que alivia
distancia de tu frente a mi frente,
sabiendo del retoño plantado
para que no nos encuentre la muerte.
Tú quieres que plante tu huerta
que coja mi azada, y más fuerte
riegue de colores los vientos
que azotan detrás de tu mente.
Yo miro, perpleja, el sonido
de tu voz que mi espalda acaricia
queriendo buscar margaritas
ordenadas siguiendo el camino.
Sin sentido me encuentra la aurora,
sin sentido no espero relojes,
sin sentido mi casa es tu casa....
sin sentido...
solo sintiendo.
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