viernes, 24 de octubre de 2008

Los niños duermen en sentido contrario que el girar de la tierra


Paseaba sin rumbo fijo, los ruidos de la ciudad acompañan meciendo los pensamientos que se suceden sin orden, arrastrando desde la lista de la compra a la consciencia de la luz ambarina que tiñe de otoño las aceras.
Eva no quiere pensar, no quiere dar vueltas a la conversación que horas antes le provocara un terrible dolor de cabeza.
- No pensar, no pensar, no sentir-
Una mujer embarazada bebe agua de la fuente de la plazuela. Eva no puede dejar de mirarla, de observar la protuberancia de su vientre, el botón que sobresale como si se dispusiese de una palanca de expulsión accionada a su debido tiempo. La mujer se reincorpora con cuidado, sus movimientos son lentos y dificultosos, un baile ralentizado, lateral. Es su expresión la que denota que no falta demasiado para el gran momento, todo requiere demasiado esfuerzo. Le sonríe cuando pasa por su lado mientras ella no logra dibujar más que una mueca.
-Mi vientre... logrará mi vientre llenarse de vida, inundarse del agua necesaria para vencer toda esta sequía? Creo que ya soy demasiado mayor. cuánto tiempo tendría la energía necesaria para jugar con un niño. Es un capricho desear ser madre? El acto más egoísta de la mujer? Porqué se tienen hijos? Qué es lo que lleva a una mujer a esa decisión que cambiará por completo su vida, y que la mantendrá atada per vitam por un cordón invisible a un ser que no es ella misma?-
Los peatones,que esperaban para cruzar,empujaron su cuerpo hasta la acera de enfrente. se dejaba ir sin voluntad. Sólo caminar y mirar, caminar y mirar, sin detenerse, sin fijarse, sin profundizar, como quien ve pasar las nubes con sus cambiantes formas sin detenerse en ninguna.
Otra mujer empujaba un carrito con dos gemelos abrigados hasta los dientes en sus respectivas sillitas. A Eva le pareció que aquellos niños entendían mejor que nadie su estado de ánimo, miraban sin ver colores, siluetas, piernas que iban y venían, sin apego, sin interés, mareados por el movimiento del que permanecían ajenos.
- Cariño.... Qué te sucede?-
Esa voz le pareció familiar y la hizo salir de su trance devolviéndola a la realidad.
- Ah! Hola... no te había visto... iba despistada-
-Y tan despistada mona, que casi te me echo encima. Llevo saludándote con la mano desde dos calles atrás y tú nada... En la himnopia.... Bueno y qué tal cuéntame ¿cómo estás?
-Bien, bien estoy....
Eva sabía que no tenía que contestarle a su amiga, que en seguida se pondría a cotillear de todo bicho viviente, como decía, y ella podría seguir con este estado insensible en el que se hallaba. Visualizó una pompa de jabón aislante del exterior en la que sentirse segura y sola. Desde que la creo sólo podía ver los labios de Claudia moviéndose sin parar, diciendo palabras que no entendía. Por primera vez en el día sonrió.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Egoista si los tienes, egoista si no los tienes.. que si eres muy joven, que si eres muy mayor... nunca llueve a gusto de todos, si las mujeres no sintieramos la llamada de la "selva" la humanidad estaba en extinción.Las mejores decisiones de esta vida se toman con una parte de cabeza y mucha de corazón, esto me lo dijo un profesor de macroeconomia... jajaj decia que la paternidad y el matrimonio (amor de pareja) son malos negocios, pero es lo que a larga te hace más feliz.

irene dijo...

cosita, resulta q la llamada de la selva o el instinto puro y duro de reproducion viene y va, y parece ser q la mujer no lo esplena hasta q no pare....o eso nos han hecho creer durante toda la vida. y si algunas mujeres encontrasemos otros caminos donde sentir nuestra plenitud como seres sin tener un cordon umbilical de por vida???? la maternidad tambien puede desarrollarse sin parir....por que tenemos que responder todas al mismo patron???hay muchas cosas que hacer por los niños y tu bien lo sabes...no tienen por que ser nuestros...como dice mi madre q es muy sabia quien a dios no le da hijos, el diablo le da sobrinos(y cuantos sobrinos tenemos aunque no corra nuestra misma sangre por las venas)
un abrazo de amor bella

Anónimo dijo...

bonito relato.
dicen que nunca es tarde si la dicha es buena, no?

Salu2

Rocio Ramos Morrison dijo...

precioso mari
gracias
te quiero