Bajo tu piel quiero estar,
bajo tu manto.
Por tus venas desplazarme,
y en tu corazón escuchar
el suave ronroneo de tu canto.
Si diminuta me vuelvo
tu pensamiento viajero
escucharé sin rubor.
Acompaña mi sueño
que, sin sonajeros,
no despertaremos
al alba
amor.
Desde mi boca te tejo
ajuar cristalino,
geografía y prospección
levantando montes,
inundando valles
que riegan flores.
Transida de soles
cuento las lunas
que anuncian
la tierna tersura.
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