domingo, 28 de octubre de 2007


Ventanas sin cristales
me llevan a un tiempo
de algodones,
donde me veo
sin reservas.
El vino que me embriaga
no está hecho de uvas,
sino de plumas y caricias:
dedos con flores
que toco con embeleso.
Tu nombre invoco,
en tiempos de hijos
de impaciencia
muertos
A ti llama mi mente
en el silencio
de la piedra gris
que me contempla.
De ti mis labios
callan.
De ti mis ojos
recuerdan.
De ti mis manos
añoran:
el lugar
sin sombras
en el que las grietas
se cierran.
A ti canto en la mañana,
acción de gracias
en noviembre.
Por tus vientos
bebo,
por tu risa
siento.
Mañana, quizás,
se disipe
el caliente frio
de invierno.
Mientras tras tu
cobija
me arropo,
esperando
un abril
sin aliento.

2 comentarios:

irene dijo...

ay nena me llenas de emocion y de admiracion con tu arte y tu sentir...pero q lionda eres por dentro y por fuera cosita..

irene dijo...

linda...quería decir LINDA