lunes, 10 de mayo de 2010

Hogar


Si en tus ojos me reflejo, es que mi camino coincide con el tuyo.
Si mis manos en las tuyas tocan cielo es que andamos pisando nubes,
a mil metros por encima de lo oscuro, danzando interiores indistintos.
Agrupando sabores de tu boca, quitando uno a uno los velos que me esconden.
Descanso en ti, como ola que naciera al otro lado del mundo.
Descanso en ti sabiendo que tus esquinas encajan y suavizan las mías.
Descanso en ti confiada, como si la niñez me encontrase nuevamente
fabricando cuentos de helechos que mezclar con el rubor del verano.
Y es mi hogar el que encuentro sin tormentas, ni luces que desluzcan el futuro,
ni vecinas que interrumpan los estralos del fuego que encendemos con los tactos.
Y es allí donde encuentro mi persona centrada desde el centro y sin abismos. Sabedora de que los caminos siempre parten de algún sitio.

7 comentarios:

mirada dijo...

:-)

Hermoso, belleza.

Tempus fugit dijo...

¡Así sea!
Pero la imagen... tiene su peligro..



besos

Pedro M. Martínez dijo...

Perdona que no comente el texto.
Te comento a ti : ¡Guapa!
(no había visto la foto ¿en qué estaré pensando?)
Un beso.

ana p. dijo...

Gracias a los tres, un placer encontraros... siempre

Isabel Mercadé dijo...

Me gusta ese estar tuyo preñado de esperanza, tus amapolas, y tus palabras.
Un placer.

Petri dijo...

Gracias por los animos para mi pequeña aventura. Me gusta el cambio tu blog.
Ultimamente escribes con mucha alegría.
un besazo

Fer dijo...

Indudablemente tu camino ha cambiado...y para bien. Ya no es tan insinuoso y rocoso como cuando te conocí...no quiero decir que fueses infeliz (ni mucho menos), pero con lo que escribes y como lo escribes, se aprecia un cambio importante en tí, del cual estoy plenamente contento...¡Y tú lo sabes!. Te seguiré en tu camino, lo creo muy interesante...y desde luego desde esta "ventana" estaré siempre observandote. Un beso. Te quiero.