
Amapolas
cultivo en los suspiros,
se escapan
insomnes,
calcetines...,
rodando calle abajo,
como soles,
trenzándole en aire los colores.
Del velo que cubre lámparas
ni Aladino siembra girasoles,
rebusco y rebusco entre panales
ungüentos sanadores,
pócimas de abuelas sabias
que remedien parasoles,
para desmemorias y futuros,
caminos, descensos y rumores.
Son los cuerpos sin alma,
de palabras gastadas,
los que azmizclo,
deshojo etiquetas devaluadas
y encuentro de nuevo mis sandalias
para recorrer mi identidad,
ya sin fronteras
de países vetados con ginebra.
Amapolas de verano y en las sendas
canturrean a mi paso,
me saludan,
se acuerdan de mis manos,
de mi rostro,
celebran la alegría
apertura de la vida.
2 comentarios:
Frágiles amapolas se desangran en las tardes de calor y tienden alfombras de vida a tus sandalias... ¡camina!.. o vuela...
besos
Un bico.
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