sábado, 26 de marzo de 2011

Apocalipsis


Dicen que llega el apocalipsis.
Que los estragos del propio ritmo de la naturaleza, que a nosotros se nos antojan caprichosos e injustos, son la señal de que el fin de los tiempos se acerca.
No puedo más que recordar los mil y un apocalipsis anunciados a lo largo y ancho de la historia: los maltrechos cambios de siglo, las pestes bubónicas, las enfermedades incurables que diezmaban por igual a pecadores y beatas. Los eclipses solares que ocultaban al astro rey, dios y señor de la fotosíntesis. Los movimientos de la tierra, creadores de valles y montañas. Los maremotos y riadas que ponen las tierras en su sitio, que annegan lodadales y desiertos. La esterilidad de la primera civilización que da oportunidad a los desafortunados para poblar un planeta que a fuerza de lejano se torna hostil de frontera en frontera...
No puedo más que pensar que el ritmo nos es impuesto, que el orden está realmente ordenado, que, aunque nuestros pobres ojos, nuestras pobres mentes, tilden de catástrofes todos estos y muchos más momentos planetarios, no responden más que al sostenible plan de reciclamiento que la naturaleza realiza periodicamente.
Pues no somos más que un parásito del planeta, una pequeña garrapata que le roba por igual suelo y agua. Aire y madera, fuego y entrañas. La naturaleza no es moral, simplemente es.

7 comentarios:

mirada dijo...

si.

Tempus fugit dijo...

Todo tiene su fin... ¿Cuando? Depende del término de comparación. Si es en relación a una vida humana...puede ser mucho tiempo. Si es en relación a la existencia del sol...se está apagando, es una estrella vieja...pero pueden suponer millones de años... todo es relativo...


besos

Petri dijo...

El planeta está haciendo limpieza, Espero que no me toque morir en la próxima.
un beso

Petri dijo...

Somos las gararapatas de las garrapatas, los piojos de los piojos, y nos cargaremos el planeta, pero aun queda gente que panta mandarinos y eso nos salvará.

Homeronica dijo...

Tenemos lo que sembramos. Estamos destruyendo el único hogar que tenemos. Saludos. H.

VICTOR VERGARA dijo...

Pienso igual que ENMA. Mientras ueden mandarinos...


miau

VICTOR VERGARA dijo...

mientras queden