jueves, 22 de noviembre de 2007

La muerte


Pese al título de esta entrada, hoy ha salido el sol.

Mis mohos se han secado y he podido volver a sonreír.

Atrás lluvias y nostalgias.


Hoy se ha muerto Fernando Fernán Gómez, grandísimo actor, hombre de cultura, persona con compromiso. Y lo que me nace es que, desde hace un tiempo a esta parte, cada vez se mueren más personas a las que considero referentes culturales o personalmente admirables. El paso del tiempo es así.

Imagino lo descomunal que debió de ser para mi abuela, nacida a principios de 1900, el cambio radical que pegó el mundo.

Así que, entre el vértigo que me da que se me mueran mis "adorados" (que no pienso nombrar, para no acelerar el proceso) y la sensación de coño! que mayor me estoy haciendo que ya parezco mi abuelita, estoy en un estado de sorpresa o de shock (según se mire).

Pienso en el tiempo en el que casi no queden personas con las que hablar de música o de teatro o de literatura, (eso sí, pienso caminar con los tiempos, así que confío en las futuras generaciones, espero...) porque la novedad y la rapidez en la que vivimos no den la eternidad como antaño. Quien recordará dentro de unos años a Britney Speers (non sei como se escribe), o a actrices de miles de películas que pasan sin pena ni gloria.... o a tropecientos galanes que hoy son famosos y dentro de unos meses no recordamos ni su nombre.

Puede alguno de los actores actuales españoles acercarse a la calidad de un Fernán Gómez, puede alguno de los escritores actuales esperar ser recordados como García Márquez? No sé, no sé. No dudo de las calidades, dudo de que puedan resistir el paso del tiempo.

Siempre me ha resultado curioso el pensamiento de escribir para perdurar, mi escritura siempre ha sido una especie de fast food, de perrito caliente que ahora está y ahora desaparece y que si te cae, pues no importa demasiado no?

Ahora sigo escribiendo por necesidad, por la necesidad de recobrarme y salvarme de naufragios y pérdidas, pero sigue teniendo esa inmediatez de lo perecedero, de lo que no va a conservarse.

Nunca he pretendido sobrevivirme, pero si hay muchas personas que lo necesitan y dedican su vida a dejar una huella (material) en el mundo. Mis huellas serán invisibles.

1 comentario:

irene dijo...

aqui y ahora en este momento presente tus huellas se ven con un color maravilloso...según y como son tus textos me llevan a la lectura con ritm,os diferentes...con este iba bailando por las letras..
relinda mil besos