martes, 30 de octubre de 2007

Para el frio polar


La chaqueta que te ofrezco, tiene por mangas mis brazos. Por cuello mi boca, por bolsillos mis manos. Los botones que la cierran abren tus ojos claros, para salvar las distancias, los frios, los hielos. Si, acaso, te quedara corta o larga, ancha o estrecha las tijeras que la arreglan apuran años, traen recuerdos, accesos cortos a los que llegar sin duelos.
Mi cuerpo encuentra el calor de tu alma tras cada hormiguita negra que anda sobre el cristal hecho espalda que acoge nuestros comienzos. Tu luz de mi luz se hizo amiga, alumbrando los espacios estrechos. No dudo de tu abrazo, de tu cariño, de tu celo. Es mi vida la que alumbras en los tiempos de tormenta; sé que llego a buen puerto si, detrás de las mazmorras, es tu voz la que hace el eco de mi risa, de mi llanto, de mis dudas y recuerdos.
Así que amiga, hermana, parte de mi alma, recibe hoy este abrigo, este recuerdo, este sentimiento para que te dé calor y te acoja en las largas noches de invierno que junto a el van mis manos, mi luz, mi cuerpo, mi yo entero.
Te quiero

3 comentarios:

Meiga en Alaska dijo...

Me encantaria empezar el dia respondiendo poeticamente a tu entrada de hoy en este precioso blog con el que me deleitas a cada rato. Pero la inspiracion no me da para mas que para llorar a moco tendido. Eso si, sin acentos. Simple y llanamente lagrimas. De esas que tanto conoces y que tantas veces se me escapan asi de sopeton, de pura emocion, de puro carinho, de pura nostalgia... :)
Que podemos agregar que no se haya dicho ya? O que si se haya dicho?
Ailobyu beibi

Meiga en Alaska dijo...

PD: Por cierto, me encanta el arte que demuestras al combinar tus escritos con esas tremendas imagenes. Si es que eres una artistaza, mari.

Como me gusta que te hayas quitado el corse que te mantenia encerrada, limitada y a ratos chiquita, y estes expandiendote por el mundo cual rayo de sol...

Anónimo dijo...

Creo que todavía estoy con la boca abierta...Todavía no puedo comprender como en tan poco tiempo me has robado el corazón...aunque si que lo comprendo. No sé como lo has conseguido pero te has convertido en la estrella que alumbra mis noches más oscuras, esos momentos en los que todo es negro y más negro y llega tu voz y tu aliento para darme la claridad que justo en ese momento necesito; espero y deseo que esa luz que emana innata de tí no se apague jamás y que cada día siga brillando con más fuerza en el alma de todos los que te queremos...